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El Oro como Reserva de Valor en Tiempos de Incertidumbre



1. Introducción


A lo largo de la historia, el oro ha mantenido una posición singular en el ámbito de las finanzas y el comercio. Su brillo distintivo y su escasez inherente lo han convertido en un símbolo perdurable de riqueza y poder. En particular, durante periodos marcados por la inestabilidad económica y las tensiones geopolíticas, el oro ha sido percibido como un refugio seguro, un activo al que los inversores recurren para preservar su capital en medio de la incertidumbre. Este informe profundiza en el papel del oro como reserva de valor, explorando su definición económica, su trayectoria histórica en tiempos de crisis, su comportamiento en comparación con otros activos refugio, los factores clave que influyen en su precio, las perspectivas de los expertos financieros y las consideraciones prácticas para los inversores que buscan seguridad en este metal precioso.



2. Definiendo la "Reserva de Valor" en Economía


En el ámbito de la economía, una reserva de valor se refiere a un activo que puede ser ahorrado, recuperado e intercambiado en un momento posterior con un nivel predecible de poder adquisitivo. Esta cualidad permite a los individuos distribuir sus gastos a lo largo del tiempo, asegurando que el valor de sus ahorros se mantenga relativamente estable. Un atributo fundamental de una buena reserva de valor es su capacidad para mantener o incluso aumentar su valor monetario con el tiempo, mitigando así el riesgo de depreciación del patrimonio para su poseedor. En contraste, existen activos, como un automóvil, que intrínsecamente pierden valor con el tiempo, independientemente de las condiciones económicas generales. El objetivo principal para quien adquiere una reserva de valor es, por lo tanto, la gestión del riesgo de que su riqueza se vea erosionada.

El dinero, en sí mismo, funciona como una reserva de valor en entornos donde la inflación se mantiene en niveles moderados, típicamente entre el 2% y el 3% anuales. Su durabilidad también contribuye a su utilidad como depósito de valor, lo que permite atesorar grandes cantidades de dinero. Sin embargo, la eficacia del dinero como reserva de valor disminuye significativamente en escenarios de alta inflación, ya que el poder adquisitivo de la moneda se reduce, imponiendo un costo a quienes mantienen grandes sumas de efectivo. Más allá del dinero, existen diversos ejemplos de activos que cumplen la función de reserva de valor, incluyendo bonos, objetos de colección como obras de arte o antigüedades, piedras preciosas, bienes raíces y metales preciosos como el oro, la plata, el platino y el paladio. Si bien las reservas que mantienen los bancos centrales, a menudo en forma de divisas extranjeras, son un respaldo para la moneda nacional y buscan garantizar la estabilidad financiera, el concepto de reserva de valor a nivel individual se centra en la preservación del patrimonio personal. La noción de reserva de valor está intrínsecamente ligada a la estabilidad de una moneda y a la gestión de riesgos económicos tanto a nivel individual como nacional. Al igual que los individuos buscan seguridad para su riqueza, los bancos centrales gestionan reservas para estabilizar las finanzas de una nación, lo que refleja un principio común de buscar protección y estabilidad en las posesiones financieras.

Históricamente, el oro ha sido considerado una reserva de valor por una variedad de razones fundamentales. Civilizaciones antiguas, como los egipcios, los griegos y los romanos, emplearon el oro como medio de intercambio y para almacenar riqueza. Durante la Edad Media, el oro se convirtió en la base de los sistemas monetarios en Europa. Su uso histórico como moneda y símbolo de riqueza es extenso. La rareza, la durabilidad (su alta resistencia a la corrosión y al deterioro con el tiempo) y la aceptación universal del oro son factores clave que contribuyen a su estatus como reserva de valor. El oro puede dividirse fácilmente en unidades más pequeñas sin perder su valor, lo que facilita su uso en transacciones de diversos tamaños. Su apariencia consistente y distintiva lo hace fácilmente reconocible. Además, su alta densidad de valor lo convierte en un activo portátil. El oro posee un valor intrínseco que es reconocido globalmente como medio de cambio. Su oferta limitada, ya que no puede crearse artificialmente, también ayuda a mantener su valor a lo largo del tiempo. El patrón oro, un sistema monetario que vinculaba directamente el valor de la moneda al oro, históricamente aportó estabilidad económica. El papel histórico del oro como base monetaria y sus propiedades físicas inherentes han consolidado su percepción como una reserva de valor confiable y perdurable a través de culturas y a lo largo de la historia. La longevidad del uso del oro y su naturaleza tangible e inalterable proporcionan una sensación de seguridad psicológica y un historial de confiabilidad que muchos otros activos no poseen. Este precedente histórico refuerza su papel como un refugio seguro en tiempos de incertidumbre.



3. Rendimiento del Precio del Oro Durante Periodos Históricos de Incertidumbre


La capacidad del oro para actuar como reserva de valor se pone a prueba especialmente durante periodos de incertidumbre económica y geopolítica. Analizar su rendimiento en crisis históricas puede ofrecer información valiosa sobre su eficacia como refugio seguro.

La Crisis Financiera de 2008 proporcionó un ejemplo claro del papel del oro en tiempos de turbulencia. Tras el colapso financiero mundial, el oro se posicionó como uno de los instrumentos de cobertura preferidos en las inversiones de cartera. Durante el año 2008, el precio del oro experimentó un incremento del 5.58%. Si se considera un periodo más amplio, desde 2001 hasta 2009, el oro demostró buenos rendimientos en medio del caos que prevalecía en los mercados. El precio del oro tendió a moverse en sintonía con los rendimientos reales de los bonos, lo que reflejaba las preocupaciones sobre el crecimiento económico y una mayor aversión al riesgo en los mercados financieros. De hecho, el oro experimentó un repunte de casi el 30% en 2020. Este movimiento se debió, en parte, a las secuelas de la crisis de 2008 y al inicio de la pandemia de COVID-19, que generaron nuevas olas de incertidumbre. La crisis de 2008 fortaleció significativamente la reputación del oro como un activo refugio seguro, lo que condujo a un aumento de la inversión y a la apreciación de su precio. La interconexión del sistema financiero global quedó expuesta en 2008, lo que generó un temor generalizado y una búsqueda de seguridad. El oro, al no estar correlacionado con los activos tradicionales, se benefició de este cambio, demostrando su valor como diversificador y reserva de valor durante graves crisis del mercado.

La Recesión de 2001, desencadenada por el estallido de la burbuja de las empresas punto-com, presentó una respuesta inicial mixta para el oro. Sin embargo, tras una caída inicial, el precio del oro se recuperó y comenzó una tendencia alcista que lo llevó a aumentar más del 150% en un periodo de 5 años. Si bien inicialmente se buscó la seguridad en los bonos del Tesoro de Estados Unidos, sus rendimientos disminuyeron. En general, durante las recesiones se observa una caída en el precio real del oro. No obstante, el periodo en torno a la burbuja de las punto-com parece ser una excepción a esta tendencia general, según la información disponible. La recesión de 2001, aunque inicialmente no provocó un aumento inmediato en el precio del oro, finalmente vio al metal precioso emerger como un activo con un fuerte rendimiento, lo que sugiere una respuesta de refugio seguro que se manifestó con cierto retraso. El enfoque inicial en los bonos gubernamentales como refugio seguro podría haber suprimido temporalmente el precio del oro. Sin embargo, a medida que la recesión se profundizó y las limitaciones de los rendimientos de los bonos se hicieron más evidentes, los inversores probablemente recurrieron al oro como una reserva de valor a largo plazo más confiable.

La Crisis del Petróleo de 1973 ilustra vívidamente el papel del oro como cobertura contra la inflación y la incertidumbre económica. Esta crisis provocó un estancamiento económico global y una inflación masiva. En este contexto, el precio del oro se disparó, aumentando en un 90% en tan solo un año. Entre 1971 y 1980, el precio del oro experimentó un aumento dramático, pasando de 35 a 850 dólares por onza, en gran parte debido a las crisis del petróleo de 1973 y 1979. El fin del patrón oro en 1971 también contribuyó significativamente a esta subida de precios. La crisis del petróleo de 1973 subrayó el papel del oro como protección contra la inflación y la incertidumbre económica, lo que llevó a un aumento significativo y rápido de su precio. La crisis del petróleo creó un entorno de estanflación, donde los activos tradicionales tuvieron dificultades. El oro, con su oferta limitada y sus propiedades percibidas como protectoras contra la inflación, se volvió muy atractivo como una forma de preservar la riqueza durante un periodo de agitación económica.

La Guerra de Irak (2003) también demostró la tendencia del precio del oro a aumentar en respuesta a conflictos armados y tensiones geopolíticas. Tras el ataque de Irán a una base militar estadounidense en Irak, el precio del oro experimentó un incremento. En la primera semana de enero, el precio del oro alcanzó su nivel más alto en siete años, acercándose a los 1,600 dólares por onza, en medio de la incertidumbre geopolítica. Los futuros del oro también registraron un salto después de los informes de ataques con cohetes a una base militar estadounidense en Irak, alcanzando nuevos máximos de seis años. En el periodo previo a la Guerra de Irak a principios de 2003, los precios del oro alcanzaron niveles no vistos desde al menos 1997, impulsados por la incertidumbre del mercado. El precio del oro aumentó casi un 49% en los 24 meses previos a marzo de 2003. Los eventos geopolíticos, como la Guerra de Irak, típicamente conducen a un aumento inmediato en los precios del oro, ya que los inversores buscan activos refugio seguros durante periodos de mayor incertidumbre y riesgo. La guerra y la inestabilidad geopolítica generan temor e incertidumbre en los mercados. Los inversores tienden a alejarse de los activos más riesgosos y a buscar refugios seguros percibidos, como el oro, lo que aumenta la demanda y eleva los precios.

La Crisis Financiera Asiática de 1997 involucró devaluaciones de monedas y recesiones en los países afectados. Durante este periodo, el precio del oro en dólares estadounidenses mostró una correlación con la inversa de la tasa de interés real estadounidense a 10 años. La crisis llevó a una reevaluación de las regulaciones financieras a nivel mundial. Los precios de los activos, incluyendo bienes raíces y acciones, experimentaron burbujas y posteriores colapsos en el periodo previo y durante la crisis. La crisis fue desencadenada por una repentina reversión de los flujos internacionales de capital privado. La Crisis Financiera Asiática de 1997 demuestra la interconexión de los mercados globales y cómo la inestabilidad financiera en una región puede impactar los valores de los activos y el comportamiento de los inversores en todo el mundo, con el oro mostrando su característica relación inversa con las tasas de interés reales. La crisis asiática resaltó los riesgos asociados con la rápida liberalización financiera y la deuda a corto plazo. A medida que las monedas y los mercados de valores se desplomaron en las regiones afectadas, los inversores en otras partes del mundo probablemente observaron la relativa estabilidad del oro y su correlación inversa con las tasas de interés, lo que reforzó su atractivo como refugio seguro.



4. Comparativa del Comportamiento del Oro con Otras Posibles Reservas de Valor


Al considerar el oro como reserva de valor en tiempos de incertidumbre, es crucial comparar su comportamiento con otras alternativas potenciales, como los bonos gubernamentales, los bienes raíces y otras materias primas.

Los bonos gubernamentales son a menudo considerados activos refugio seguros. Durante la crisis financiera de 2008, los rendimientos de los bonos estadounidenses aumentaron después de que la Reserva Federal comenzara a subir las tasas de interés. En Japón y Europa durante la misma crisis, las acciones superaron a los bonos en rendimiento. Durante la recesión de 2001, la Reserva Federal redujo significativamente las tasas de interés. En el ciclo económico actual, los rendimientos del Tesoro de Estados Unidos han aumentado desde que la Reserva Federal comenzó a recortar las tasas, un comportamiento inusual en comparación con ciclos anteriores de recorte de tasas. Durante la crisis del petróleo de 1973, si bien hubo un impacto negativo duradero en los rendimientos de las acciones, los fragmentos no mencionan explícitamente el rendimiento de los bonos gubernamentales durante esta crisis específica. Durante la Guerra de Irak, los inversores típicamente acudieron en masa a los bonos del Tesoro de Estados Unidos como una inversión segura. Durante la Crisis Financiera Asiática, la crisis fue desencadenada por una repentina reversión de los flujos internacionales de capital privado, incluyendo inversiones en bonos. El rendimiento de los bonos gubernamentales como reserva de valor durante la incertidumbre puede variar según las políticas de tasas de interés, las expectativas de inflación y la naturaleza específica de la crisis. En algunos casos, como la fase inicial de la recesión de 2001, podrían preferirse al oro, mientras que en otros, como periodos de aumento de las tasas de interés o estanflación, el oro podría ofrecer una mejor protección.

Los bienes raíces como reserva de valor mostraron un comportamiento contrastante en las crisis históricas. La crisis financiera de 2008 fue en gran medida desencadenada por una crisis en los derivados de hipotecas de baja calidad en Estados Unidos, lo que impactó negativamente a la economía global. Los precios de los bienes raíces se desplomaron durante este periodo. En cambio, durante la recesión de 2001, el mercado inmobiliario estadounidense experimentó un auge, impulsado en parte por las bajas tasas de interés. Esto contrasta marcadamente con la crisis de 2008. La crisis del petróleo de 1973 condujo a la estanflación (alta inflación y desempleo). Si bien los fragmentos no proporcionan datos específicos sobre el rendimiento de los bienes raíces durante esta crisis, es probable que la alta inflación y el estancamiento económico hayan tenido un impacto negativo. El impacto económico de la Guerra de Irak se caracterizó por la incertidumbre, con posibles consecuencias negativas para la economía estadounidense, pero no se dispone de mención específica del rendimiento de los bienes raíces en los fragmentos. La Crisis Financiera Asiática involucró burbujas de precios de activos, incluyendo en bienes raíces, que posteriormente estallaron. El rendimiento de los bienes raíces como reserva de valor durante la incertidumbre depende en gran medida de la naturaleza de la crisis. Si bien pueden ser un refugio seguro durante ciertos tipos de recesiones económicas (como la de 2001), también pueden ser el epicentro de una crisis (como en 2008) o sufrir durante periodos de alta inflación o contagio financiero.

El rendimiento de otras materias primas durante tiempos de incertidumbre varía significativamente según la materia prima específica y la naturaleza de la crisis. Durante la crisis financiera de 2008, la demanda de petróleo y materias primas como el cobre y el acero se desplomó. La crisis del petróleo de 1973 en sí misma causó un aumento masivo en los precios del petróleo. Otros materiales esenciales también experimentaron aumentos de precios. Los riesgos económicos de la Guerra de Irak incluyeron precios del petróleo potencialmente más altos. La Crisis Financiera Asiática condujo a una disminución de la demanda mundial de algunas materias primas como los diamantes. El comportamiento del oro como reserva de valor tiende a ser más consistente en diferentes tipos de crisis en comparación con otras materias primas. Mientras que algunas materias primas como el petróleo pueden ser la causa de la inestabilidad económica, otras experimentan una disminución de la demanda durante las recesiones.



5. Principales Factores que Influyen en el Precio del Oro


El precio del oro está influenciado por una compleja interacción de varios factores económicos.

La inflación es un factor primordial que afecta el precio del oro. El oro es a menudo considerado una cobertura contra la inflación. Cuando la inflación aumenta y el valor del dinero disminuye, el oro tiende a mantener o aumentar su valor. Durante la década de 1970, un periodo de alta inflación, los precios del oro se dispararon. La inflación es un motor principal de los precios del oro. Los inversores a menudo recurren al oro para preservar su poder adquisitivo cuando las monedas fiduciarias se ven erosionadas por la inflación.

Las tasas de interés también juegan un papel crucial. Las tasas de interés más bajas reducen el costo de oportunidad de mantener oro, que no genera intereses, lo que lo hace más atractivo. El precio del oro puede moverse inversamente a los rendimientos reales de los bonos. Las políticas de tasas de interés de la Reserva Federal influyen significativamente en la fortaleza del dólar y, en consecuencia, en el precio del oro. Los movimientos de las tasas de interés, particularmente aquellos realizados por los principales bancos centrales como la Reserva Federal, tienen un impacto significativo en el atractivo y el precio del oro.

La oferta y la demanda son determinantes fundamentales del precio del oro. Las compras de oro por parte de los bancos centrales pueden impactar significativamente la demanda. La demanda de joyería en países como Estados Unidos, India y China también juega un papel, aunque la demanda de inversión a menudo tiene un impacto mayor. La producción limitada de oro también puede afectar los precios. Si bien la oferta de oro es relativamente estable, las fluctuaciones en la demanda, especialmente por parte de los bancos centrales y los inversores que buscan un refugio seguro, son factores clave que impulsan los cambios de precios.

La confianza de los inversores es otro factor crítico. El oro es considerado un refugio seguro, y su demanda aumenta durante periodos de incertidumbre económica, tensiones geopolíticas y crisis financieras. La incertidumbre sobre las políticas monetarias de los principales bancos centrales también lleva a los inversores a buscar refugio en activos más seguros como el oro. Los conflictos geopolíticos aumentan la aversión al riesgo e impulsan la demanda de oro. Un dólar estadounidense más débil típicamente hace que el oro sea más atractivo para los inversores que poseen otras monedas. El sentimiento de los inversores y el nivel percibido de riesgo en la economía global son factores cruciales que influyen en los precios del oro. Cuando la confianza en los activos tradicionales disminuye, el oro tiende a beneficiarse.



6. Análisis y Opiniones de Expertos Financieros


Los expertos financieros a menudo consideran el oro como un refugio seguro durante las crisis económicas y la inestabilidad geopolítica. La crisis de 2008 y la pandemia reforzaron el papel del oro como un activo seguro frente a la incertidumbre. Los bancos centrales de todo el mundo continúan acumulando reservas de oro, lo que refuerza su posición en el sistema financiero global. Existe un amplio consenso entre los expertos financieros de que el oro sigue desempeñando su papel tradicional como activo refugio seguro ante las continuas incertidumbres económicas y geopolíticas.

Las perspectivas futuras sobre los precios del oro por parte de los expertos son generalmente optimistas, impulsadas por las expectativas de una continua incertidumbre económica, presiones inflacionarias y el atractivo constante del oro como reserva de valor. Muchos analistas predicen un aumento en el precio del oro en los próximos años, y algunos esperan nuevos máximos históricos. Las predicciones para 2025 oscilan entre los 2,000 y los 3,000 dólares por onza, con pronósticos promedio alrededor de los 2,500 dólares. Algunos incluso proyectan precios superiores a los 3,000 dólares en 2025. Los pronósticos a largo plazo hasta 2030 y 2035 sugieren una tendencia alcista sostenida, con precios potenciales que alcanzarían los 5,000 e incluso los 7,700 dólares por onza. Los factores que influyen en estos pronósticos incluyen las tasas de interés, el rendimiento del dólar estadounidense, las tensiones geopolíticas, las compras de los bancos centrales y la demanda de los consumidores en mercados clave como China. Algunos analistas señalan que el oro ahora parece subir tanto en épocas de auge como de crisis. Las opiniones de los expertos sobre el futuro precio del oro son generalmente alcistas, impulsadas por las expectativas de una continua incertidumbre económica, presiones inflacionarias y el atractivo constante del oro como reserva de valor. Sin embargo, existe una variedad de predicciones, lo que refleja la incertidumbre inherente en la previsión de los movimientos del mercado.



7. Ventajas y Desventajas de Invertir en Oro como Reserva de Valor


Invertir en oro como reserva de valor presenta una serie de ventajas y desventajas que los inversores deben considerar cuidadosamente.

Entre las ventajas, el oro históricamente ha demostrado ser una reserva de valor estable y duradera. Ofrece protección contra la inflación y la devaluación de la moneda. El oro actúa como un refugio seguro durante crisis económicas y geopolíticas. Su baja correlación con otras clases de activos proporciona beneficios de diversificación de cartera. Es universalmente reconocido y aceptado. El oro puede poseerse en forma física (lingotes, monedas) o a través de instrumentos financieros (ETFs, futuros). En algunas jurisdicciones, puede haber ventajas fiscales asociadas a la inversión en oro. Las principales ventajas de invertir en oro como reserva de valor radican en su capacidad para preservar el patrimonio en tiempos turbulentos, sus beneficios de diversificación y su reputación de larga data como refugio seguro.

Sin embargo, también existen desventajas. El oro no genera un rendimiento inherente, es decir, no paga intereses ni dividendos. Su precio puede ser volátil. La posesión de oro físico conlleva costos asociados al almacenamiento, transporte y seguro. La liquidez puede variar según la forma de inversión (el oro físico podría tardar más en venderse que los ETFs). No siempre es una cobertura perfecta contra la inflación a corto plazo. La relación inversa con el dólar estadounidense a veces puede jugar en contra de los inversores. Las principales desventajas de invertir en oro son la falta de ingresos pasivos, la posibilidad de fluctuaciones de precios y los costos asociados con la tenencia de oro físico. Los inversores deben sopesar estas desventajas frente a los beneficios en función de sus objetivos financieros individuales y su tolerancia al riesgo.



8. Variaciones Regionales en la Demanda de Oro


La demanda de oro como reserva de valor puede variar significativamente según las tradiciones culturales y las condiciones económicas en diferentes regiones. Países como China e India representan una parte significativa del consumo mundial de oro, particularmente para joyería. En los últimos años, los bancos centrales de economías emergentes como Polonia, Hungría e India han aumentado significativamente sus compras de oro para diversificar sus reservas y reducir su dependencia del dólar estadounidense. Los inversores chinos también consideran el oro como un activo alternativo ante la reducción del valor de los bienes raíces y las acciones empresariales. Las preferencias culturales, el desarrollo económico y las decisiones estratégicas de los bancos centrales en diferentes regiones desempeñan un papel crucial en la configuración de la demanda mundial de oro tanto como reserva de valor como activo cultural.



9. Conclusión


En síntesis, el oro ha demostrado históricamente ser una reserva de valor confiable, especialmente en tiempos de incertidumbre económica y geopolítica. Su definición económica subraya su capacidad para preservar el poder adquisitivo a lo largo del tiempo, y sus propiedades físicas inherentes, junto con su arraigado papel histórico como moneda y símbolo de riqueza, han cimentado su reputación como refugio seguro. El análisis de su rendimiento durante crisis pasadas, como la crisis financiera de 2008, la recesión de 2001, la crisis del petróleo de 1973, la Guerra de Irak y la crisis financiera asiática de 1997, revela una tendencia general a mantener o aumentar su valor en periodos de turbulencia.

Si bien otros activos, como los bonos gubernamentales, los bienes raíces y otras materias primas, también pueden actuar como reservas de valor, su comportamiento durante la incertidumbre varía según la naturaleza específica de la crisis. El oro, en comparación, tiende a ofrecer una protección más consistente en diversos escenarios. Los principales factores que influyen en el precio del oro incluyen la inflación, las tasas de interés, la dinámica de la oferta y la demanda, y la confianza de los inversores. Los expertos financieros generalmente mantienen una perspectiva positiva sobre el papel del oro como refugio seguro y anticipan un posible aumento en su precio en los próximos años, impulsado por las continuas incertidumbres globales.

Invertir en oro presenta ventajas significativas, como la preservación del capital y la diversificación de la cartera, pero también conlleva desventajas, como la falta de rendimiento inherente y los costos de almacenamiento para el oro físico. La demanda de oro como reserva de valor también muestra variaciones regionales, influenciada por factores culturales y decisiones estratégicas de los bancos centrales.

En conclusión, el oro sigue siendo una reserva de valor relevante en un mundo cada vez más incierto. Su trayectoria histórica, su comportamiento en tiempos de crisis y la perspectiva de los expertos sugieren que, a pesar de sus desventajas, el oro continúa siendo un activo importante para los inversores que buscan seguridad y preservación del capital en medio de la volatilidad económica y geopolítica.



Tabla 1: Rendimiento del Precio del Oro Durante Crisis Históricas

Crisis/Evento

Periodo de Crisis

Cambio en el Precio del Oro

Factores Contribuyentes

Crisis Financiera de 2008

2008

+5.58%

Aumento de la aversión al riesgo, preocupaciones sobre el crecimiento.

Recesión de 2001

1999-2001

>+150% (en 5 años)

Inicialmente mixto, luego fuerte recuperación como refugio seguro.

Crisis del Petróleo de 1973

1973-1974

+90%

Alta inflación, incertidumbre económica, fin del patrón oro.

Guerra de Irak

2003

~+49% (en 2 años previos)

Incertidumbre geopolítica, aumento de la aversión al riesgo.

Crisis Financiera Asiática de 1997

1997-1998

Correlación inversa con tasas de interés reales

Inestabilidad financiera regional, devaluaciones de monedas.


Tabla 2: Rendimiento Comparativo de Activos Refugio Durante la Crisis Financiera de 2008

Clase de Activo

Rendimiento Durante la Crisis Financiera de 2008

Factores Influyentes

Oro

+5.58%

Aumento de la aversión al riesgo, búsqueda de seguridad.

Bonos Gubernamentales

Aumento de rendimientos tras subida de tasas de la Fed

Políticas de tasas de interés, percepción de seguridad.

Bienes Raíces

Desplome significativo

Crisis de hipotecas subprime, burbuja inmobiliaria.

Otras Materias Primas (Petróleo, Cobre, Acero)

Desplome de la demanda

Reducción de la actividad económica global.


Tabla 3: Pronósticos de Expertos para los Precios del Oro

Fuente del Pronóstico

Periodo del Pronóstico

Predicción de Precio (USD/Onza)

Factores Clave Mencionados

Long Forecast

Finales de 2024

$2500 - $4244

Incertidumbre económica, políticas monetarias.

WalletInvestor

Finales de 2024

$2619.10 - $2812.27

Dinámica positiva.

Gov Capital

Finales de 2024

$2418.44 - $3009.28 (Promedio $2708.66)

Eventos geopolíticos, política monetaria.

Bank of America

2025

$3000

Tipos de interés en EE. UU., dólar, geopolítica.

Consejo Mundial del Oro

2025

$3000

Factores del mercado.

Coin Price Forecast

2030

$5085

Activo refugio principal.

Coin Price Forecast

2035

$7787

Crecimiento exponencial sostenido.




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